¿Qué son las posiciones críticas?
¿Cuántas veces te has encontrado en una partida ante una posición crítica sin saberlo?
Spassky decía de Fischer que este era su único punto débil
La partida de ajedrez comienza en una posición igualada, de estabilidad. La única diferencia es que es el blanco quien empieza jugando, por tanto, la diferencia es un factor temporal, de tiempo interno de la partida. No existe ningún otro desequilibrio. Es por esto que es muy sencillo valorar esta posición de partida: como las piezas se mantienen en casillas idénticas y simétricas, no se han producido capturas y ninguna pieza se ha movido, podemos decir que el blanco tiene una mínima ventaja por el simple hecho de comenzar moviendo, de poder golpear primero. Las máquinas evalúan esta posición como de una ventaja de + 0.24 aproximadamente a favor del blanco (tengamos en cuenta que el valor de referencia es 1, +1 significa que vas ganando de un peón aunque también este valor pueda ponderarse en función de otros factores).
Después de la primera jugada, entramos en la fase de apertura, lo normal en el ajedrez de club o de competición es que ambos bandos desarrollen sus piezas sin que existan capturas. Cada uno de los jugadores se centrará en redistribuir sus piezas y en establecer una estructura de peones favorable. Todo esto se desarrolla en una aparente calma, pero el medio juego se aproxima: el terror de todo jugador.
Como ambos jugadores se habrán ido asegurando de controlar y dominar diferentes casillas, cada uno encontrará que cada vez tiene menos opciones, menos lugares “seguros” a los que enviar sus tropas en las jugadas siguientes. Todo avanza irremediablemente hacia el conflicto.
Pues bien, en este punto y en esta etapa, habrá un “punto de inflexión”, donde la próxima jugada tuya o de tu oponente dará lugar a algún tipo de ventaja sobre el otro: el control de una casilla débil, la aparición de debilidades en la estructura de peones…
No importa lo insignificante o grande que sea esta ventaja, el jugador que hace la elección equivocada – que hace que un movimiento en falso – terminará con algún tipo de desventaja que puede ser tan importante como para justificar que la partida acabe perdiéndose.
Este “punto de inflexión”, es conocido como “posición crítica”.
Omitir este momento de la partida puede generar consecuencias de enorme trascendencia. Porque de hecho, no suelen ser más de 2 o 3 veces las que se presentan en la partida y, como tales, constituyen oportunidades para poder obtener ventaja. Spassky decía de Fischer que este era su único punto débil, quizás sea mucho decir, pero sí que esta anécdota puede sensibilizarnos con la enorme dificultad que existe a la hora de, primero, detectar estos puntos críticos y, segundo, a la hora de aprovecharlos.
Algunas claves para detectar posiciones críticas:
No parece que existan jugadas evidentes. Al igual que en la apertura todo fluye con relativa normalidad, ante un momento crítico todo parece “atascarse” un poco, no es fácil tomar una decisión.
A veces, una posición crítica viene precedida de la amenaza de contrajuego por parte de tu rival.
Es casi imposible que reconozcas una posición crítica si no entiendes lo que tu rival quiere hacer.
Si no entiendes que una posición es crítica y no inviertes tiempo en ella, entonces te vas a perder la oportunidad de obtener una ventaja o de igualar la partida (si es que te encontrabas en una posición peor). Por lo tanto, se vuelve extremadamente importante entender lo que es una posición crítica y cómo identificarla.
Veamos un ejemplo relativamente sencillo. Se trata de Kasparov jugando simultaneas contra un jugador muy respetable de más de 2250 punto de ELO:
¿Cómo jugarías con blancas?
La apertura aparentemente ha finalizado. Al blanco sólo le falta desarrollar el Ac1 pero podemos interpretar que esta fase ha concluido puesto que, sin moverse, el Ac1 ya está jugando controlando su diagonal.
Lo primero de todo es entender ¿por qué esta posición es tan importante? La mayor parte del tiempo que estés jugando tienes que interpretar y “adivinar” lo que tu oponente quiere hacer. Aunque juegan las blancas, piensa aquí como si fuese el turno del negro. ¿Qué crees que le gustaría jugar?
Lo que nos suceda en el futuro no depende sólo del pasado, sino de hasta qué punto lo comprendamos. Kasparov.
Por supuesto, si fueras el negro y te tocara jugar, te encantaría hacer c5 para dar aire a tu alfil de b7, ya que es la única pieza que falta por que intervenga realmente en la partida. Una vez que llegas a este punto en el que la apertura finaliza y te das cuenta de lo que tu rival quiere hacer, también te das cuenta de por qué la situación es tan crítica.
Si no piensas de esta manera acabarías jugando con blancas Af4, haciendo una jugada de desarrollo natural, el negro jugaría c5! y la posición se igualaría. Es decir, no podrías aprovechar la oportunidad de la posición crítica.
Si pensaste adecuadamente acabarías jugando como lo hizo Kasparov, es decir c5! sujetando la jugada liberadora c5 de las negras, e impidiendo el desarrollo del Ab7. Una idea posicional muy típica es mantener un alfil de tu rival pasivo y “jugar contra un alfil”.
Kasparov podría haber encontrado este movimiento en cinco segundos, porque esos patrones están firmemente grabados en su cabeza. Pero para nosotros, simples mortales, tenemos que capacitamos constantemente y preguntarnos una y otra vez ¿qué quiere hacer mi rival?
Te dejo la partida que creo que es muy instructiva:
Initial position
Kasparov, Garry2805
Dubiel, Jacek2275
Katowice sim
1993Katowice
1.d41…d52.c42…e63.Cf33…Cf64.g34…Ae75.Ag25…O-O6.Dc26…c67.O-O7…b68.Cbd28…Ab79.e49…dxe410.Cxe410…Cxe411.Dxe411…Cd712.Td112…Dc813.Dc213…Cf614.c514…Td815.Af415…Cd516.Ag516…f617.Ad217…bxc518.dxc518…a519.Ah319…f520.Te120…Af621.Ag521…Aa622.Axf622…Cxf623.Ce523…Td524.Ag224…Ce425.Axe425…Txe526.Af326…Txe1+27.Txe127…Rf728.Dc328…Ab529.Dd429…Dd830.De530…Df631.Df431…a432.Axc632…Axc633.Dc7+33…De734.Dxc634…Ta735.Db635…Tb736.Txe636…Dd737.Td637…De738.Dc638…g639.Dd5+39…Rf840.c640…Tc741.Td8+1–0
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