Tuesday, October 24, 2006

la dignidad en ajedrez se llama VLADIMIR KRAMNIK

Vladimir Kramnik recupera para Rusia la hegemonía en el ajedrez
Moscú, EFE
A los 10 años de edad, el ruso Vladimir Kramnik ya era el mejor jugador de su ciudad natal. A los 24 puso fin a la hegemonía de Gari Kasparov, quizás el mejor jugador de la historia. Y, a los 31, ya es el monarca mundial del ajedrez.
Topalov vs Kramnik
Fuente imagen: Chessbase

“La victoria en un torneo es importante, pero la dignidad lo es más”, declaró Kramnik tras el escándalo que se desató por sus frecuentes visitas al baño y que estuvieron a punto de provocar la suspensión del torneo unificador.
La competencia culminó el viernes con el triunfo de Kramnik sobre el búlgaro Vesselin Topalov, el campeón reconocido por la Federación Internacional de Ajedrez. Kramnik era el campeón de la Asociación Profesional de Ajedrez, organismo creado en 1993.
Kramnik nació el 25 de junio de 1975 en la ciudad de Tuapsé, a orillas del Mar Negro. Su padre, pintor de profesión, le enseñó a jugar a los 5 años; a los 7 ya había ganado su primer torneo y en 1991, a los 16 años, el niño prodigio convertido en un brillante adolescente ya era Gran Maestro.
Vladimir Kramnik
Fuente imagen: Chessbase

En ese año, poco antes de la desintegración de la Unión Soviética, Kramnik se proclamó campeón mundial Sub16 en Guarapava (Brasil), después de haber sido segundo en 1989 y 1990.
Posteriormente, como miembro del equipo ruso, obtuvo la medalla de oro en las Olimpiadas de Ajedrez de 1992 (Manila), 1994 (Moscú) y 1996 (Eriván).
En 1994 en Nueva York, el maestro ruso logró su primer título individual profesional al adjudicarse el torneo internacional de partidas rápidas Grand Prix Intel.
Su mayor victoria hasta ahora llegó en Londres en el año 2000, cuando batió a Kasparov en un campeonato mundial oficioso que se disputó al mejor de 15 partidas, con dos victorias para Kramnik y 13 tablas en total.
Así, Kramnik había acabado con la hegemonía del, quizá, más grande ajedrecista de todos los tiempos y los especialistas se frotaban las manos ante la aparición del nuevo Anatoli Karpov, el antiguo gran rival de Kasparov.
Al igual que el retirado ajedrecista soviético, Kramnik es un genio de la defensa, un magnífico estratega en juego posicional y un erudito, lo que le convierte en un clásico producto de la escuela soviética. “El ajedrez es pura matemática, eso es todo”, señaló.
En marzo del 2004 Kramnik ganó el XXI Torneo de Linares (España), en el que participaron los mejores ajedrecistas del planeta, incluyendo Vesselin Topalov.
Finalmente, en octubre del 2004, Kramnik aceptó enfrentarse al húngaro Leko, con el que empató a siete puntos, lo que le permitió retener el título de campeón oficioso. Después Kramnik declinó la invitación para participar en el Mundial de la Federación Internacional en Argentina, que se adjudicó el búlgaro Topalov.
Veselin Topalov
Fuente imagen: Chessbase

El búlgaro era considerado el gran favorito en el torneo de reunificación de títulos, pero Kramnik supo contrarrestar tanto su ofensivas como sus malas artes fuera del tablero. Topalov expresó entonces sus sospechas respecto de que Kramnik acudía a su baño personal (donde no existen servicios de monitoreo con video-cámaras) no por motivos fisiológicos sino para recibir órdenes desde el exterior respecto de cómo mover sus piezas en el tablero.
Ante las quejas, se permitió después que cada jugador tuviese su gabinete personal, a condición de que este pudiese ser inspeccionado por su rival. Kramnik jugó el partido definitivo, obtuvo el triunfo y devolvió a Rusia la hegemonía en el ajedrez, la cual mantuvo desde hace casi 60 años, a excepción de los breves paréntesis del holandés Max Euwe (1935-1937) y del estadounidense Bobby Fischer (1972-1975).

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