Friday, November 06, 2009

Reflexiones, para edificar en la vida. sabios consejos.

Reflexiones, para edificar en la vida. sabios consejos.

Tener un Propósito de Vida

¿Estas realmente satisfecho con la vida que llevas? ¿Sabes si estás cumpliendo con un propósito de vida? ¿Eres verdaderamente feliz?

Hay un gran grupo de personas, que sufren la vida.

Son aquellas que dependen absolutamente de las circunstancias, generalmente creen que su destino está en manos de otros y que es inútil hacer cualquier esfuerzo por cambiarlo. Se sienten víctimas de la situación económica, de la familia, de la política y de otros... su característica más grave consiste en quejarse y renegar constantemente de su vida, miran sólo el lado negativo de todo lo que ocurre y viven siempre buscando el culpable de su desdicha.

Hay otro grupo, que es totalmente opuesto al anterior,

a este pertenecen todas aquellas personas que luchan cada día por su ambición, que son incansables y no se quejan, pero consideran que la vida es como una gran batalla contra el mundo que tienen que ganar a toda costa. Sacrifican su vida personal para lograr sus objetivos, su motivación es acumular y atesorar cosas, dinero, estatus o poder. Corren para tener cada vez más, pero al final se dan cuenta que se les acabó la vida y se sienten vacíos, algo les falta y en realidad no saben qué es. Después de una alocada carrera por conseguir lo que querían, no les queda sino el cansancio y, muchas veces, la soledad.

Pero hay un tercer grupo,

el más pequeño de todos, lo conforman aquellos que nunca olvidan sus sueños, que tienen sus prioridades bien claras, que trabajan arduamente en pos de lo que quieren sin perder nunca su fe y entusiasmo, que tiene proyectos y metas definidos para mejorar su calidad de vida, mantienen la certeza de que el universo está conspirando siempre para ayudarlos, saben que el éxito no depende de la suerte sino de su actitud, tienen esa postura segura y confiada que se asume ante las situaciones buenas o difíciles que les presenta la vida, el deber lo cumplen con entusiasmo, los sueños se realizan pero sin obsesión, las bendiciones y las oportunidades se agradecen y aprovechan, viven la vida con pasión, pues todo lo que hacen tiene un sentido, saben que hacen parte de un plan mayor… tienen un propósito de vida, ese es el secreto de su verdadero éxito y bienestar.

¿Cómo encontrar nuestro propósito de vida?

Define tus prioridades.

Es determinante distinguir entre lo urgente y lo importante.

Muchas veces lo que hemos dejado pendiente para después, más tarde se convierte en lo urgente que nos impide hacer lo verdaderamente importante. Haz una lista con todos tus pendientes y enuméralos por prioridad.

Retoma tus sueños.

Date permiso para volver a soñar. Rescata algunos de tus sueños y comienza por visualizarlos varias veces al día. Pregúntate, qué voy a hacer hoy para conseguirlo. No importa cuánto tiempo te tome… es posible volverlo realidad. Soñar nos devuelve la motivación en la vida.

Ama lo que haces.

Cualquiera que sea nuestra tarea diaria si la hacemos con amor y pasión, rendirá frutos positivos. El trabajo es la oportunidad que nos da la vida de poner en práctica nuestras mejores cualidades, además nos permite compartir con los demás lo mejor de cada uno de nosotros y es el medio para contribuir responsablemente con el bienestar colectivo. Cuando comprendemos la trascendencia de lo que hacemos… encontramos en ello una motivación más para vivir.

Mantén el foco.

Cuando nuestros pensamientos y acciones llevan una misma dirección, logramos ser más enfocados y efectivos. Define tus metas y organiza tus esfuerzos en la dirección correcta. No te distraigas tan fácilmente… anota en un papel lo que deseas hacer y revísalo cada mañana, no comiences algo nuevo hasta no haber cumplido con tu propósito anterior.

No te dejes vencer.

No permitas que las circunstancias adversas te desanimen o te detengan, recuerda que sólo pueden afectarnos si nosotros se lo permitimos. Refuerza la confianza en ti mismo, en tus capacidades y talentos, fortalece tu fe en la Divinidad y recuerda que todo ocurre por alguna buena razón, suelta y acepta lo que no puedas cambiar. Mantén tu rumbo convirtiendo los obstáculos en una parte positiva del proceso.

Todos podemos ser personas exitosas y felices.

vive la vida con alegría, entregando lo mejor de ti, de esta manera puedes dejar una huella indeleble en el corazón de mucha gente que te recuerde por tus actos y por tu bondad. Miremos hacia el futuro con optimismo y confianza, sabiendo que la Divinidad siempre estará ahí.
Suelta el pasado.

no te preocupes por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, y todo va a estar bien.

La Vida es Aquí, Ahora

Cuantas veces añoramos el momento en que al fin podamos cumplir nuestros sueños y las condiciones que supuestamente requerimos para ser felices. Y mientras estas llegan... sufrimos, nos quejamos y lamentamos casi todo el tiempo.

¿Alguna vez has reflexionado acerca de lo maravilloso que es estar vivo en este instante?

¡La mejor parte de tu vida esta ocurriendo ahora!

Este momento es único e irrepetible, no se volverá a presentar de la misma manera, así que vale la pena disfrutar y atender al máximo este instante, que puede trasformar completamente el resto de tu vida. Muchas personas han vivido pendientes de todo lo bueno que les espera en el futuro, perdiéndose la oportunidad de vivir el ahora.

Yo estoy aprendiendo a despejar la bruma de mis temores y de los viejos prejuicios adquiridos, que muchas veces se convierten en la causa que no me deja definir lo que es realmente importante en este momento de mi vida. Entiendo que la felicidad depende de mí y por esa razón estoy abocado a resolver mis dilemas emocionales del pasado, para aligerar el peso de mi equipaje y hacer más liviano y agradable mi viaje.

Con la experiencia, todos obtenemos la claridad que nos permite ver las cosas exactamente como son, sin fantasías y en su justo valor. Deberíamos aprovechar esta posibilidad para comenzar a disfrutar más de la vida. ¿Hasta cuándo vamos a postergar nuestra decisión de ser felices? ¿Hasta cuándo vamos a permitirle a nuestras viejas y gastadas ideas acerca de cómo vivir la vida, que nos saboteen la posibilidad de hacer las cosas que nos gustan? ¿Hasta cuándo vamos a justificar nuestra negativa a cambiar o nuestra pasividad por la falta de apoyo y comprensión de parte de otros?

Un poco más allá fuera de todo malestar o pensamiento negativo que estés experimentando en este momento, se encuentra la vida con colores brillantes, esperando a que le des vuelta al cristal a traves del cual la interpretas para que puedas salir de donde estás y considerarte un elegido por el sólo hecho de estar vivo aquí y ahora. ¡Me gustaría que en este punto pudieras detenerte y poner un poco de música alegre para acompañarte en el resto de esta lectura! ¿Te parece una idea alocada?

¿Y por qué no? Hacerlo significaría que has abierto una ventana para que entren la reflexion y la luz en tu vida. Sonríe, ponte en acción y en movimiento, deja de darle vuelta a esos pensamientos llenos de temor y negatividad, respira profundo y al expulsar el aire, hazlo por la boca e imaginando que vacías tu alma de todo dolor, rabia, tristeza o frustración. ¿Cuánto tiempo te tomo? Sólo un par de minutos que puedes volver a repetir a lo largo del día para suavizar tu vida.

Claves para tener en cuenta:

Concéntrate en ser feliz.

Vive cada momento de la mejor manera. Decide que no darás entrada a tu vida a la violencia o al malestar con el que otros viven la suya. Réstale importancia a los pequeños eventos que se presenten de forma inesperada en tu día, dales paso y concéntrate en resolverlos de la mejor manera.

Reevalúa tus prioridades.

Tal vez este sea el momento de hacer algunos ajustes en lo que ha sido tu estilo de vida en los ultimos 10 años. Es tiempo de soltar el control, la rigidez de lo aprendido y algunas responsabilidades que ya no tienes.

Cambia el no por el tal vez.

¿Cuántas veces en los últimos años repetiste la palabra “no” frente a una oportunidad, una invitacion o una sugerencia? Es tiempo de bajar tu nivel de defensividad, ademas recuerda que las palabras influyen en nuestra manera de ver y vivir la vida. La próxima vez que vayas a decir que no, detente y di: Déjame pensar, Tal vez... esto cambiará tu vida y la relación con los demás.

Cambia tus pensamientos.

Cada vez que tu mente te lleve a pensar en alguna situacion triste o preocupante, cambia de pensamiento. Distraer tu mente, te ayudará recuperar la claridad mental que te permita solucionar tus pendientes.

Deja de pelear por pelear.

¡Ya no te desgaste más! Y mucho menos por situaciones o cosas que no dependen de ti, que están en manos de otros o que no tienen nada que ver contigo... Vive la vida en paz, con el deseo y la actitud de encontrar siempre todo lo bueno que encierra cualquier planteamiento o situacion.

Deja de esperar.

Las condiciones óptimas que esperas para disfrutar de la vida pocas veces se dan y el tiempo pasa demasiado rápido para quedarte esperando. Disfruta de las cosas sencillas y bellas que la vida te ofrece ahora, como tus hijos, tu pareja, la naturaleza, la amistad...

Suelta el pasado,

deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar bien.


Lo Sagrado en Nuestra Vida Cotidiana


"No somos un cuerpo físico con experiencias espirituales

Somos un ser espiritual dentro de un cuerpo físico".

Los seres humanos hemos perdido en alguna parte de nuestra historia la autenticidad y en consecuencia la posibilidad de ser íntegramente felices.
Muchas veces tenemos una vida que no queremos, por complacer a otros, nos disfrazamos con mil caras, hasta que olvidamos la nuestra, dejando olvidados nuestros ideales y sueños, traicionando nuestros principios y valores más profundos.

La libertad esencial renacerá cuando sigamos incondicionalmente los dictados de nuestro corazón, de nuestra intuición. Cuando consideremos a nuestros semejantes como hermanos, respetándolos y amándolos.

Cuando decidamos vivir plenamente, en paz y en armonía con la naturaleza. Cuando aceptemos que nuestra espiritualidad se debe vivir en todo momento y en todo lugar, sin excepciones. Cuando prive el bien común antes que el nuestro. Cuando estemos dispuestos a dar sin esperar recibir. Cuando empecemos crecer y trascender.

Recobremos el sentido de lo sagrado en nuestra vida cotidiana, para incorporarlo de alguna forma a la relación con nuestros semejantes, con la madre tierra, con Dios, y sobre todo con nosotros mismos.

Para mí, la espiritualidad consiste en vivir de acuerdo con nuestros principios y valores. Es sentir, es buscar nuestras propias metas, es crecer, es disfrutar, es caminar a nuestro propio ritmo y velocidad, con ese que lleva a los árboles a despojarse de sus hojas en invierno y al sol a salir cada mañana.

Dejarnos llevar por ese aliento sagrado implica dar gracias cada vez que podamos por la oportunidad de estar vivos, por la cantidad de bendiciones que llueven sobre nosotros y los regalos que llegan cada día. Orar o meditar no sólo para pedirle al Señor Dios que nos proporcione bienes y favores, sino también para agradecer por su presencia en nuestra vida.

Practiquemos el acto de bendecir, pues es también una forma de reconocer y apreciar lo que recibimos. No es rico aquel que tiene todo lo que quiere sino aquel que quiere todo lo que tiene, de modo que la gratitud poco a poco disminuirá tu necesidad de poseer y aumentará la de disfrutar, transformándote en una persona generosa y desapegada.

Espiritualidad cotidiana consiste en compartir con nuestra pareja, con los amigos y con nuestros hijos, las experiencias, vivencias y reflexiones que nos permitan resolver con éxito las situaciones que enfrentamos cada día. De esta manera nuestros hijos crecerán con un sentimiento espiritual de respeto, estima y amor por su existencia.

Espiritualidad cotidiana implica empezar a vivir nuestra vida de una forma diferente, haciendo que cada momento sea una celebración.

Crea tu propio calendario con el día de la familia, el del disfrute, el del amor, el del consentimiento, el de los amigos, el de las flores, el de la cocina, el día de no hacer nada... y disfrútalos intensamente.

La espiritualidad cotidiana alimenta la esperanza de encontrar un mensaje clandestino de la Divinidad dirigido a ti personalmente, mantente abierto a buenos augurios, señales, bendiciones casuales, alerta y despierto a los mensajeros del mundo del espíritu.

La espiritualidad cotidiana implica no juzgar, o dejarnos llevar por nuestros prejuicios. Revisa las críticas que haces a los demás y piensa que quizás lo que dices revela más de ti mismo, que de ellos.

Para recibir la inspiración y el alimento espiritual necesitamos de tranquilidad y paz interior. Construye tu santuario personal. Ese sitio privado en donde puedas experimentar la quietud maravillosa que limpia las puertas de la percepción, renueva nuestra capacidad de asombro y valoración por las pequeñas cosas y reordena nuestros valores y prioridades.

Desconecta los teléfonos, y siéntate ahí hasta que tu respiración se vuelva más lenta y apacible, en ese espacio que siempre espera en el centro de ti mismo.

La espiritualidad está en cada uno de tus actos, en cada flor que sonríe contigo, en cada amanecer, en los verdes y frescos campos, en la suave brisa, en tus logros, en tus fracasos, en tus alegrías, en tus tristezas, en tus sueños, en ti , en lo que haces, en lo que entregas, en tus manos, en tu amor. Sigue su infinita senda de alegría y plenitud.

¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar bien!

52 Claves para Darle Vida a tu Corazón

1 Haz un calendario personal. Señala en él cada una de las fechas que son importantes porque te conectan a emociones y sentimientos positivos.

2 Haz una oración para pedir felicidad. Orar funciona. Vale la pena hacerlo para agradecer por lo bueno que llega a nuestra vida y también para pedir regalos y bendiciones.

3Las dificultades son temporales. Generalmente somos nosotros los que les damos fuerza y poder a los momentos difíciles con nuestros miedos y pensamientos.

4 Usa aromas agradables. Oler puede mejorar tu estado emocional. Enciende una velita o una varita de incienso antes de ir a la cama, dormirás más profundo y relajado.

5 Envía un mensaje de apoyo y cariño. Haz una nota con frases como: ¡Eres especial!, ¡Te quiero mucho!, y colócala en un lugar donde tus seres queridos puedan encontrarla.

6 Llénate de cariño. Sólo por un día evita juzgar y criticar a tus seres queridos. Piensa en ellos con amor, y practica aceptarlos como son.

7 Crea un ritual para levantarte. Puedes escuchar tu música preferida, meterte en la cama unos minutos más con tus hijos, preparar un desayuno especial.

8 Mantén la esperanza. Cierra los ojos y recuerda alguna situación que te inquiete, respira e imagina que vienen ángeles en tu ayuda, que todo se resuelve de la mejor manera.

9 Mira el cielo. Detente por unos minutos para observar y disfrutar del cielo, mira como se mueven las nubes, las formas que crean, reconoce los colores, siente la paz.

10 Aprende de tus errores. Reconoce tus errores, acéptalos y en lugar de castigarte, pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? y ¿qué puedo hacer para corregirlos?

11 Asume un reto. Si de vez en cuando te sientes desmotivado, plantéate un reto, vence alguna limitación o aprende algo nuevo. ¡Siempre podemos volver a comenzar!

12 Respira desde tu abdomen. Imagina que tu abdomen se llena de aire y luego bótalo suavemente. Esto te ayudará a bajar la tensión y el estrés.

13 Reconoce la puerta que está abierta. En lugar de quedarte parado y sufriendo frente a la puerta que se cerró en tu vida, busca la otra que seguro ya está abierta y comienza de nuevo.

14 Consiéntete un poco. Generalmente vivimos para complacer a otros. De vez en cuando date un gusto sin sentirte culpable, ¡eres especial y te lo mereces!.

15 Haz una caja de recuerdos. En una caja mete objetos que te recuerden los gratos momentos. Abrela con frecuencia y conéctate a ellos.

16 Administra las noticias negativas. Es bueno mantenerse informado, pero escuchar sólo noticias negativas puede elevar el nivel de ansiedad y estrés.

17 Guarda una foto inspiradora. Elige la foto de un paisaje, una mascota o un ser querido que con sólo mirarla te haga sentir alegría y amor.

18 Suelta la tensión de tus hombros. Toma aire mientras subes los hombros, déjalos ahí por unos segundos, luego exhala y bájalos lentamente. Hazlo varias veces.

19 Haz un cumplido. Tómate un par de minutos para hacerle un cumplido a otra persona.

20 Practica el perdón. Llena tu corazón de amor y envíale un pensamiento de perdón a esa persona que te hirió. Sana el resentimiento y libérate de ese recuerdo.

21 Toma un poco de sol. Tomar unos minutos de sol temprano en la mañana te ayudará a sentirte bien y a dormir mejor.

22 Aprecia el momento de llegar a casa. Detente unos minutos antes de abrir la puerta para sentir que llegaste a tu hogar a salvo. Deja afuera todas las preocupaciones.

23 Realiza un acto bondadoso. Hacer acciones solidarias, positivas y amorosas nos ayuda a sentirnos mejor.

24 Baja el estrés. Haz una lista con todo lo que tienes pendiente y ocúpate de las cosas más sencillas.

25 Sonríe. Asume el compromiso de sonreírle a todas las personas con las que te encuentres. Obtendrás una sonrisa de vuelta.

26 Camina una hora al día. Prueba caminar al aire libre para oxigenarte y relajar la tensión.

27 Reúnete con tus amigos. Llámalos e invítalos a compartir un buen rato.

28 Canta en la ducha o en el carro. Atrévete a cantar a pesar de tu temor a hacer el ridículo. Te sentirás muy bien.

29 Camina descalzo en el jardín. Hazlo imaginando que todas tus preocupaciones las absorbe la tierra.

30 Revive momentos felices. Ve al rescate de los momentos gratos de tu vida, recuérdalos con detalle, y llénate de los sentimientos positivos que te produjeron.

31 Juega con tus hijos. Comparte con ellos un buen partido de su deporte favorito, un juego de mesa o una buena película. Acércate a ellos y hazlos sentir queridos.

32 Abrete a recibir. A veces podemos estar ciegos a los regalos. Acepta y valora todo lo que recibes.

33 Bebe agua al levantarte. El corazón, la sangre y los riñones forman una unidad que se limpia y purifica a sí misma, sin embargo su eficiencia depende del volumen de agua que circule por ella.

34 Mantente enamorado. Ocúpate de mantener la llama del amor viva con frases amorosas, respeto, caricias y una buena comunicación.

35 Practica técnicas de crecimiento interior. El yoga, la meditación o la visualización te ayudan a afrontar serenamente los conflictos y a mantener tu balance emocional.

36 Escucha con atención. Atender a los demás enriquece tu vida y fortalece tus relaciones personales.

37 Practica la gratitud. No hay mayor fuente de plenitud que el agradecimiento.

38 Simplifica tu vida. Este puede ser el momento ideal para reducir tu lista de necesidades, tal vez tienes mucho más de lo que puedes usar y disfrutar.

39 Combate la soledad. ¿Estás solo? Deja de esperar y toma la iniciativa de buscar un poco de compañía.

40 No lo tomes a modo personal. Extiende tu comprensión hacia las actitudes y el comportamiento de los demás, piensa que están muy ocupados o que no se dieron cuenta.

41 Planta una flor. Elige un lugar de tu casa donde sembrar una planta. También puedes hacerlo en un lugar público, y compartir esos sentimientos con los demás.

42 Reconcíliate con tu familia. Vale la pena acercarte a ellos para compartir e intercambiar de vez en cuando cariño y compañía.

43 Reparte abrazos. Tus abrazos pueden acompañar, apoyar, sanar y transmitir cariño y amor, abraza con todo el cuerpo, como cuando eras niño.

44 Desarrolla tu sentido del humor. Reír es terapéutico, y hacerlo a carcajadas es mucho mejor.

45 Deja la violencia. No te dejes llevar por la ira, cada vez que la sientas venir, respira profundo. Es preferible caminar un rato, antes de reaccionar agresivamente.

46 Practica la tolerancia. Aprende a reconocer las semejanzas primero que las diferencias para encontrar los elementos en común que nos permitan conversar y llegar a acuerdos.

47 Sé auténtico. No uses máscaras para complacer a los demás, atrévete a ser tú mismo.

48 Deja salir tu niño interior. Date permiso para ser espontáneo, para sorprenderte por los milagros, para jugar y disfrutar más la vida.

"Acércate a Dios también para dar gracias por todos sus regalos y bendiciones"

49 Mantén una actitud positiva. Decide buscar y resaltar los aspectos positivos de cada situación. Deja de quejarte y de lamentarte.

50 Presta servicio. Infórmate sobre las iniciativas que existen para prestar servicios comunitarios y colabora con alguno de ellos.

51Establece contacto con la Divinidad. Acércate a Dios también para dar gracias por todos sus regalos y bendiciones. Confía en que su presencia te acompaña, guía y apoya en todo momento.

52 Suelta el pasado. Deja de preocuparte por el futuro, vive el presente. La vida es maravillosa, todo va a estar bien.

Espero que les haya gustado estas reflexiones a todos.

2 comments:

Hilmar said...

Muy interesante tu blog.
Saludos,

ernesto rondon said...

Gracias Hilmar por tu comentario...tambien puedes agregarme al facebook ernesto rondon o escribirme a mi correo ernesto_rondon@hotmail.com cuando lo desees. sigue visitandome el blog...me da gusto que sea leido y visitado continuamente.