EL BARCO
El tiempo pasa y la sociedad sigue llamándose avanzada, aunque más bien hay que reconocer que es retrograda.
La Inteligencia humana solo se usa para mantener lo que ya es caduco y demostrado que devuelve a la vida a tiempos muy pasados y repetidos cíclicamente, en donde el ser humano pasa de ser pensante a ser pensado como objetivo y meta de algo que se nos escapa.
Vemos a su vez como cedemos intenciones, sueños e ilusiones por un simbólico sentido del bienestar que lejos está de ser bien y mucho menos estar, sobre todo presente en la toma de decisiones que nos afectan a todos, si actuamos con la ética que le exigimos al de enfrente se nos devolverá la ética con el trato hacia nosotros, esto quiere decir que si tu no haces no esperes que te hagan y aun así muchos hacen para ti y tu continuas sentado viéndolas venir y negando que viene.
El barco como titular es un símil que quiero poneros, y es el siguiente:
Un día cualquiera un barco de pasajeros parte de un puerto cualquiera, repleto de hombres y mujeres, niños, ancianos, que buscan en el viaje un destino, una ilusión a seguir, algo nuevo. La tripulación escasa en número observa como los habitantes de ese barco y aunque sea temporal, toman posiciones, cada cual se coloca donde su sentido de existencia anterior le dice que debe estar, nadie deja su asiento o butaca de cubierta a la señora embarazada, nadie deja de sorber el café cuando alguien más lo mira con un vaso de agua, nadie extiende el plato lleno para alguien que no tiene para comer.
Mirada de soslayo, por encima del hombro a todos aquellos que según su visión de las cosas y del mundo son inferiores, no son ricos, sus ropas roídas o viejas y la palidez del rostro indica la falta de alimentación necesaria,….. pues bien, un día durante la travesía la tripulación en pleno abandona el barco, dejándolo a merced de las olas y de la supuesta inteligencia de su pasaje.
Pasó un día, dos días y aun nadie se percataba que el barco ya no tenía quien lo gobernara,.. Más alguien si vio que los marineros ya no aparecían por ningún lado y se preguntó por qué no aparecían, trasmitió lo que había visto y otros comenzaron a verlo igualmente y así unos tras otros vieron la realidad.
Uno de los pasajeros, que según él, tenía conocimientos de navegación tomaría el mando del barco y lo dirigiría a puerto, todos aplaudieron la toma de decisión y vieron con sorpresa que solo uno jamás podría realizar tal proeza, así que comenzaron a buscar entre ellos quienes estaban más preparados y que fueran útiles para acompañar al nuevo capitán en la travesía y su llegada a puerto.
Tras muchos intentos se llegó a la idea de que cualquiera con un mínimo, podría hacerlo, se eligieron varias docenas que haría papeles como, maquinista, cocinero, limpiadores/as, y otro muchos quehaceres propios de un barco de esas características, mas todos los elegidos fueron de la clase baja, trabajadores comunes que al menos sabían trabajar,…. La clase alta o media alta toda seguían en sus risas y formas de actuar, seguían mirando con desprecio a los demás.
Se desato de pronto una tormenta que mecía el barco de banda en banda, elevaba la proa como si quisiera ponerse vertical y todos los pasajeros, sobre todo la clase media alta, se refugiaron en sus camarotes a la espera de que amainase, la clase baja y trabajadora se quedó en su puesto y lucho contra las inclemencias hasta al agotamiento,…. Nadie socorría a estos hombres y mujeres que exhaustos estuvieron a punto de rendirse,…. La tormenta amaino y antes de que se diera la voz de clama, uno de los trabajadores dijo al resto.
Hemos visto como hemos sido nosotros los que hemos mantenido el barco a flote con nuestro trabajo, ahora propongo ver si estos que aun andan encerrados por el miedo al trabajo son capaces de reaccionar ante algo más grave,… digámosles que el barco se hunde.
Todos aplaudieron la idea y encargaron a uno que fuera camarote por camarote indicando el suceso,…. Y así hicieron.
Al momento la desbandada fue general y tomando botes a empujones y pisotones entre ellos mismos, comenzaron a alejarse del barco muy rápidamente, cuando todos ya estuvieron “a salvo”, el capitán ordeno aumentar la velocidad ante el asombro de los que estaban en los botes salvavidas.
Ya a cierta distancia el capitán reunió a todos y dijo,…. Señores y señoras, ancianos y niños, ahora ya podemos ir en busca de un nuevo destino, los que hemos dejado atrás siempre han sido el lastre de toda nueva idea, para generar el mundo que necesitamos deberemos siempre apartar al inútil que se ha creído imprescindible, nuestro trabajo en conjunto y para todos ha hecho posible que aun estemos vivos y con ansias de un futuro mejor,…. Estos que están en los botes son como las ratas que abandonan el barco ante la más leve sospecha de hundimiento,… ellos serán el alimento de los peces, los mismos peces que nos alimentaran a nosotros.
Ahora somos libres de crear la vida que siempre hemos querido, ellos han sido la clase alta y nosotros somos seres humanos trabajando codo a codo por los demás.
Se volvieron hacia donde aún se percibía a los botes y uno grito,….. Cread ahora el mundo que habéis querido sobre las olas, donde ladrillo bañado en sangre no podrá existir, tratad ahora de usar vuestro dinero, donde ningún pez aceptara como pago, morid como ratas que habéis abandonado el barco de la vida.
Una historia más que interesante si reconoces que papel juegas tú en el barco, rata o ser humano.
Luna Ortiz
http://lunaortiz2014.wordpress.com/2014/04/16/el-barco/
La Inteligencia humana solo se usa para mantener lo que ya es caduco y demostrado que devuelve a la vida a tiempos muy pasados y repetidos cíclicamente, en donde el ser humano pasa de ser pensante a ser pensado como objetivo y meta de algo que se nos escapa.
Vemos a su vez como cedemos intenciones, sueños e ilusiones por un simbólico sentido del bienestar que lejos está de ser bien y mucho menos estar, sobre todo presente en la toma de decisiones que nos afectan a todos, si actuamos con la ética que le exigimos al de enfrente se nos devolverá la ética con el trato hacia nosotros, esto quiere decir que si tu no haces no esperes que te hagan y aun así muchos hacen para ti y tu continuas sentado viéndolas venir y negando que viene.
El barco como titular es un símil que quiero poneros, y es el siguiente:
Un día cualquiera un barco de pasajeros parte de un puerto cualquiera, repleto de hombres y mujeres, niños, ancianos, que buscan en el viaje un destino, una ilusión a seguir, algo nuevo. La tripulación escasa en número observa como los habitantes de ese barco y aunque sea temporal, toman posiciones, cada cual se coloca donde su sentido de existencia anterior le dice que debe estar, nadie deja su asiento o butaca de cubierta a la señora embarazada, nadie deja de sorber el café cuando alguien más lo mira con un vaso de agua, nadie extiende el plato lleno para alguien que no tiene para comer.
Mirada de soslayo, por encima del hombro a todos aquellos que según su visión de las cosas y del mundo son inferiores, no son ricos, sus ropas roídas o viejas y la palidez del rostro indica la falta de alimentación necesaria,….. pues bien, un día durante la travesía la tripulación en pleno abandona el barco, dejándolo a merced de las olas y de la supuesta inteligencia de su pasaje.
Pasó un día, dos días y aun nadie se percataba que el barco ya no tenía quien lo gobernara,.. Más alguien si vio que los marineros ya no aparecían por ningún lado y se preguntó por qué no aparecían, trasmitió lo que había visto y otros comenzaron a verlo igualmente y así unos tras otros vieron la realidad.
Uno de los pasajeros, que según él, tenía conocimientos de navegación tomaría el mando del barco y lo dirigiría a puerto, todos aplaudieron la toma de decisión y vieron con sorpresa que solo uno jamás podría realizar tal proeza, así que comenzaron a buscar entre ellos quienes estaban más preparados y que fueran útiles para acompañar al nuevo capitán en la travesía y su llegada a puerto.
Tras muchos intentos se llegó a la idea de que cualquiera con un mínimo, podría hacerlo, se eligieron varias docenas que haría papeles como, maquinista, cocinero, limpiadores/as, y otro muchos quehaceres propios de un barco de esas características, mas todos los elegidos fueron de la clase baja, trabajadores comunes que al menos sabían trabajar,…. La clase alta o media alta toda seguían en sus risas y formas de actuar, seguían mirando con desprecio a los demás.
Se desato de pronto una tormenta que mecía el barco de banda en banda, elevaba la proa como si quisiera ponerse vertical y todos los pasajeros, sobre todo la clase media alta, se refugiaron en sus camarotes a la espera de que amainase, la clase baja y trabajadora se quedó en su puesto y lucho contra las inclemencias hasta al agotamiento,…. Nadie socorría a estos hombres y mujeres que exhaustos estuvieron a punto de rendirse,…. La tormenta amaino y antes de que se diera la voz de clama, uno de los trabajadores dijo al resto.
Hemos visto como hemos sido nosotros los que hemos mantenido el barco a flote con nuestro trabajo, ahora propongo ver si estos que aun andan encerrados por el miedo al trabajo son capaces de reaccionar ante algo más grave,… digámosles que el barco se hunde.
Todos aplaudieron la idea y encargaron a uno que fuera camarote por camarote indicando el suceso,…. Y así hicieron.
Al momento la desbandada fue general y tomando botes a empujones y pisotones entre ellos mismos, comenzaron a alejarse del barco muy rápidamente, cuando todos ya estuvieron “a salvo”, el capitán ordeno aumentar la velocidad ante el asombro de los que estaban en los botes salvavidas.
Ya a cierta distancia el capitán reunió a todos y dijo,…. Señores y señoras, ancianos y niños, ahora ya podemos ir en busca de un nuevo destino, los que hemos dejado atrás siempre han sido el lastre de toda nueva idea, para generar el mundo que necesitamos deberemos siempre apartar al inútil que se ha creído imprescindible, nuestro trabajo en conjunto y para todos ha hecho posible que aun estemos vivos y con ansias de un futuro mejor,…. Estos que están en los botes son como las ratas que abandonan el barco ante la más leve sospecha de hundimiento,… ellos serán el alimento de los peces, los mismos peces que nos alimentaran a nosotros.
Ahora somos libres de crear la vida que siempre hemos querido, ellos han sido la clase alta y nosotros somos seres humanos trabajando codo a codo por los demás.
Se volvieron hacia donde aún se percibía a los botes y uno grito,….. Cread ahora el mundo que habéis querido sobre las olas, donde ladrillo bañado en sangre no podrá existir, tratad ahora de usar vuestro dinero, donde ningún pez aceptara como pago, morid como ratas que habéis abandonado el barco de la vida.
Una historia más que interesante si reconoces que papel juegas tú en el barco, rata o ser humano.
Luna Ortiz
http://lunaortiz2014.wordpress.com/2014/04/16/el-barco/
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