Entrada a Cuba: reglas que pocos saben, pero todos debe saber!
Todos en el mundo compran el pasaje a la isla seducidos por su eterno calor: no solo el calor del sol y de la tierra sino también el calor humano que Cuba destila. La idea de una semana en las playas que llevan el azul más bello de todo el Caribe es fantástica. Todos van locos por ordenar su primer Mojito.
Y todo eso es posible. Pero lo que nadie sabe es que en Cuba, atravesar ese divino edificio que nos permite finalmente llegar a esas cosas maravillosas de la isla –léase: aeropuerto- tiene su truco.
Hay reglas, que son únicas en Cuba, y que no las sabe el mundo pues existen en ningún otro lugar del mundo. Y de no saberlas antes de viajar a la isla, dos cosas pueden pasar:
– Te detienen por siglos en el aeropuerto
– O te regresan de vuelta a tu país!
Existen de estas reglas en 3 puntos críticos de la entrada a Cuba.
1- En inmigración
2- En seguridad
3- En la aduana (recogiendo sus maletas)
Aquí les va el secreto de estas reglas en cada unos de esos puntos críticos.
1- EN INMIGRACIÓN:
Lo primero que ha de saber que a su llegada a la isla vas a ser recibido por oficiales de inmigración uniformados en verde, que operan bajo la siguiente regla:
‘”el viajero es culpable hasta que se demuestra lo contrario”
Por ende el recibimiento es con la cara de perro que típicamente ofrece la ley al malhechor. Le sigue un chequeo visual de la foto del pasaporte contra su cara, que evidentemente luego de un largo vuelo ofrecen bastantes diferencias. Después de 5 veces chequear y contra-chequear tus documentos, le preguntan donde se estará quedando en la isla. Y como pasa en ese momento de extremo nerviosismo en que las verdades o se olvidan o suenan a mentiras, usted no hay forma que pueda decir el nombre del hotel o la casa particular que lo alojará durante su estancia en la isla. Finalmente una pregunta lleva a la otra y cuando ya está usted a punto de caerse desmayado de tanto estrés, siente un ametrallamiento de cuños oficiales contra sus documentos y una puerta de seguridad que se abre a lo que ya sería un paso más cerca a su calor, a su playa y su Mojito.
Hay algunas reglas que le impedirán un pronto ametrallamiento de sus documentos:
Si va mucho a Cuba: Hay un sistema de viajeros ilegales que les llaman ‘las mulas’ que son contratados por gente en el extranjero para llevar a Cuba paquetes para sus familiares. ‘Las mulas’ vive de eso. Por tanto, entran muchísimas veces a Cuba. Todo el que tenga muchas entradas al país en un mismo año levanta alerta de ser ‘mula’. De no tener pruebas convincentes que demuestren que usted no es una de esas ‘mulas’ puede estar seguro que del aeropuerto va directo al extremo calor (de una celda en la prisión) o con suerte, simplemente lo mandan de vuelta.
Si el pasaporte dice que fue nacido en Cuba: Los Cubanos, aunque sean ciudadanos de otro país, y hayan vivido afuera por ya 50 años, tienen que entrar a Cuba con el pasaporte cubano. Que realmente solo sirve para ir a Cuba porque para ir a cualquier lugar con el hacen falta visas, pero cuesta más que un pasaporte que te dejara entrar a la luna (360 USD mandarlo a hacer, válido por 8 años y 160 USD renovarlo cada dos años, aun así este valido, hay que renovarlo!) . Sin ese documento, no entra.
Si fue a África: Si le dice al de inmigración que hace dos semanas se fue de Safari a Masai Mara ahí mismo asumen que tiene Ebola. Si nada mas viene congestionado de un catarrito sus vacaciones serán en el calor de la cuarentena y allí sí que no hay Mojito.
Y además, ojo con el papelito azul: Con el nerviosismo no va a darse cuenta que dentro del pasaporte le pusieron un papelito azul. Es la constancia de su entrada a Cuba. A la salida se lo van a pedir, y sin eso no lo dejan salir de Cuba. Antes de tomarse su primer Mojito asegúrese que tiene ese papelito en sus manos y que lo ha guardado bien para su salida. De no tenerlo, pierde su avión de regreso pues volverlo hacer requiere de papeles y firmas que cerrar la venta de su casa.
2- EN SEGURIDAD
Ya pasada inmigración, está dos pasos más cerca a aquel Mojito, que ya no es que lo quiera, ya es que lo necesita.
Pero en seguridad tiene que saber dos cosas… además de las que hay que saberse en el resto de los aeropuertos del mundo (como la entrada de agua).
Si entras comida: Si guardas el sándwich que te dieron en el avión te lo quitan y te ponen en una lista. La próxima vez que viajes a Cuba puedes salir en los sistemas como contrabandista de sándwich o violador de reglas. Ninguno cuenta como una buena reputación para cuando estés pasando el engorro del paso 1 (En Inmigración) del hablamos allá arriba.
Si entras materia de pornografía: No solo le quitan la revista, también le ponen una multa, lo cual cuesta tiempo pues del hotel lo llevan como todo VIP a donde la estación de policía. El tiempo de llegada al Mojito se triplica.
3- EN LA ADUANA
Ya después de esta si que viene su Mojito.
Cuidado con los favores: Felizmente para usted, ya verán que al viajero extranjero no lo acosan como acosan al cubano. El cubano, después de seguridad tiene que ir a pesar las maletas. Los extranjeros no tienen que hacer eso. La regla para los cubanos es, que si entre la cartera de mano, la maleta de mano y los equipajes que venían en la barriga del avión hay un peso de más de 30 Kg hay que pagar el ‘exceso de peso’ a 10 CUC por cada Kg que lleva en exceso.
Y ya estará usted adivinando como le puede afectar a usted esto.
Lo qye hacen muchos cubanos es antes de entrar a la isla – incluso,ya desde el aereopuerto de salida- es coordinar con los extranjeros que vienen a Cuba para que le entren sus maletas. Le van a decir que al cubano le cuesta mucho entrarlas al país y que trae cosas muy importantes y sumamente necesarias para su familia. Lo cual es todo mucha verdad.
Pero simplemente no lo haga.
Por dos razones:
1 – Si usted trae sus maletas, el exceso de equipaje para el que viaja a Cuba, es típico de la anteriormente mencionadas mulas. Ya hablamos de las posibles consecuencias de ser catalogado como ‘mula’.
2 – La transacción rara al cubano entregarle sus maletas puede sonar alarmas ante la gente de la aduana, quienes, aunque usted no los vea, lo están viendo a usted. De notar que alguien le ha dado sus las maletas para que usted las pase puede conllevar a un registro. Y si usted no demuestra que todo el contenido en las maletas es suyo les toca un muy mal rato, acompañado de una multa y posiblemente el decomiso del equipaje.
Todo eso, además de los grandes y comunes riesgos a los que –en el resto del mundo- conlleva eso de transportar equipaje que uno no arregló por si mismo, o de gente que uno no conoce.
Así que no lo haga! Si quiere hacer acto de caridad, espere que llegue a la isla y le regala a la gente que conoce por la calle todo el contenido que empacó usted mismo y que trajo su maleta.
EL FIN
Y así es que logra finalmente dirigirse a la puerta de salida de aquel divino edificio que nos permite finalmente arribar a esas cosas maravillosas que ofrece Cuba.
Invariablemente, lo recibe una ola de calor de sol, tierra y ser humano como no lo ofrecen muchos lugares de este mundo.
Y ya cuando esté en el bar de la playa del azul mas bello del Caribe disfrutando su Mojito, el engorro que pasó en el aeropuerto será parte del pasado.
Solo que con todas esas cosas buenas no se le olvide de guardar bien el ‘papelito’ que le dije.
http://www.habanalinda.com/articulos/entrada-cuba-reglas-que-pocos-saben-pero-todos-debe-saber/
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