Noreida Mercedes Chacion abogada zuliana....reflexion ante el acoso d elos opositores contra los chavistas-maduristas.

Cada vez que pasa algo horrendo en el país gente cercana y lejana se cree con el derecho de increpar, de exigir a sus iguales asumir una posición, me imagino que pública. Y dicen que quien no habla, el que "calla" está de acuerdo. Y además se atreven a decir las razones por las que callan. A mi también se me ha ocurrido varias veces. Se me ocurrió recién con el intento de magnicidio. Pero no lo escribí, no los insulté (a los que callaron) no les dije que se pasaron de la raya, que matar a un ser humano por sus ideas (Maduro tiene ideas y quienes lo apoyamos también) es terrible, y no los responsabilizo de lo que haga o deje de hacer Julio Borges. Es gente que escriben bien, que sabe escribir lo que quiere expresar, que saben de imágenes y de propaganda. En el último episodio horrendo (las muertes para mi son horrendas, todas, sean quien sea el muerto, para mi dejar de vivir es el fin) suponen que no nos importa la muerte, que quienes apoyamos a la revolución somos esbirros tipo Pedro Estrada, inmortalizado por sus crueldad en una telenovela por Gustavo Rodríguez. De repente nos ven con un habano en la boca frente a un ser humano guindando de un mecate y nosotros, los chavistas, pegándoles cigarros en el cuerpo.Eso imaginan. Somos insensibles, asesinos, indignos, unas plastas de mierda de gente. Yo también lo he pensado, lo pensé, repito, con el intento de magnicidio contra Maduro. Muchos dieron un paso al frente para lamentarse. Otros por incrédulos, porque dudan que haya sido un magnicidio, no callaron, lo dijeron, "eso es un montaje". Pero rechazarlo, ninguno. Razones esgrimen para no hacerlo. En privado. No es un ojo por ojo este texto. Es una reflexión que viene generada por la arrogancia de quienes se creen jueces, buscan las pruebas en su cabeza y sacan conclusiones. Y oh, van y te apuntan con el dedo, te acusan. A esas personas, abusadoras, irresponsables, les digo: váyanse bien largo al carajo. Sé quien soy, sé como pienso. Sé que defiendo. Y sé que no quiero ser como ustedes. Eso lo sé. Sigamos.