En este mundo uno nunca está seguro de nada. No se puede confiar en nadie. Me aterra tanta maldad y sufrimiento que hay. ¿Cómo me puedo librar de mis temores y depresión?
Su pregunta es bastante general y muy típica de millares de personas de las grandes ciudades de nuestro continente y aparentemente del mundo entero. ¿Cómo puede el hombre y la mujer de hoy, así como mulares de jóvenes, librarse de los temores que deprimen, que arruinan la psiquis y que causan tristeza en los hogares? Hay una clave sencilla. Primeramente hay que saturar la mente y el corazón con la Palabra de Dios, la Biblia. Esa es la recomendación más grande que yo le puedo dar.
En segundo lugar, muchas personas están deprimidas, tristes y temerosas, porque se preocupan demasiado por los problemas comunes de la humanidad. La Biblia enseña que el afán y la super preocupación por lo que podría llegar a acontecer, como por ejemplo; si estallara una tercera guerra mundial, o si el esposo hiciera abandono del hogar, o si el cáncer le sobrecogiera el cuerpo, y una serie de preocupaciones que a veces parecen tontas (aunque no son tontas cuando la persona las está sufriendo, así sea imaginariamente), son causa de temor, de tristeza y de una gran depresión emocional. La Biblia recomienda por lo tanto llenar la mente y el corazón con la Palabra de Dios y comunicarse con El en oración.
La Biblia dice en Filipenses capítulo 4: “No se aflijan por nada, sino pídanle siempre a Dios en oración; pídanle y denle gracias también, entonces Dios les dará la paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender, y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos en unión con Cristo Jesús”.
Usted me va a decir que eso es demasiado simplista y no va a curar sus temores y su depresión. Pero yo quiero decirle que cuando el yo egoísta y temeroso resuelve poner su confianza en el Hijo de Dios; cuando decide obedecer la Palabra de Dios, entonces va a ascender a esa otra dimensión de lo espiritual. La dimensión donde el mismo Espíritu de Dios actúa con poder. Es en ese momento cuando nosotros, vencidos y agobiados, resolvemos nacer de nuevo espiritualmente con Cristo en el corazón.
La verdad es que la gran mayoría de la humanidad trata de sobrevivir en una dimensión netamente materialista, olvidándose que parte de su ser son el alma y el espíritu, y por lo tanto quieren controlar materialmente su vida y hasta la vida de los demás.
Pero Cristo puede curar tanto su tristeza como su temor, si usted le abre sinceramente el corazón. Sature su mente y corazón con la Palabra de Dios, empezando hoy mismo. Luego, acostúmbrese a hablar con Dios en oración.
Usted y yo tenemos que habituarnos siempre, o mejor, constantemente, a contarle todo a Dios en oración. Hay que pedir y hay que dar gracias; y entonces Dios promete que nos dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender. Usted puede tener paz interior en este día. Sus temores van a huir y su tristeza va a desaparecer si le pide a Cristo, en oración, que venga a guiar su vida.
Luis Palau.
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