¿Por qué el ajedrez en las escuelas?
21 de octubre 2014
Días atrás leyendo algunas líneas de Jorge Luis Borges me encontré con la siguiente frase:
“El ajedrez es uno de los medios que tenemos para salvar la cultura…”.
Fácilmente se pudiera cambiar la última palabra y decir que el ajedrez es uno de los medios que tenemos para salvar la educación,
para lanzarles un salvavidas a nuestras escuelas y darle una finalidad, un objetivo propuesto,
para validar su sentido
como nos afirma el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa.
Ahora bien, en el transcurso de 16 años de ejercicio profesional en el ajedrez,
he interactuado con miles de niños que se han involucrado con esta disciplina.
Puesto que han conseguido sin darse cuenta una gran estimulación epistemológica que fomenta y desarrolla sus habilidades cognitivas
y genera en ellos un disfrute que solamente se puede obtener a través del juego.
Como entrenador deportivo,
al acompañar a los estudiantes-atletas
en competencias y entrenamientos
me he cerciorado de cómo el ajedrez se traduce en un desarrollo integral para aquellos que lo practican;
en especial en estos momentos donde los niños y jóvenes necesitan actividades que aporten beneficios en su área académica.
Así mismo, debo agregar que quien juega ajedrez, de manera dedicada y regular, se enriquece en lo social, cultural y afectivo.
Un gran número de investigaciones demuestran cómo el ajedrez y su práctica sistemática elevan el coeficiente intelectual,
aunque en lo personal prefiero hablar del incremento en las habilidades cognitivas;
todas ellas mejoran al jugar al ajedrez,
aumenta nuestra capacidad de centrar la atención,
progresa nuestra percepción
y el desarrollo de los procesos complejos del pensamiento,
como son:
la observación,
la representación,
el análisis,
la clasificación,
la evaluación,
entre otros,
se ven favorecidos con su enseñanza.
Mientras jugamos estamos en una continua toma de decisiones,
lo que convierte el ajedrez en un gimnasio de la mente que estimula el uso de ambos hemisferios cerebrales.
Siguiendo este orden de ideas,
se puede ver cómo el ajedrez ayuda a los más pequeños,
sobre todo aquellos aventajados que evolucionan rápidamente y con excelencia,
pero qué sucede con los menos favorecidos,
con aquellos que “sufren” en la escuela,
aquellos con problemas con las matemáticas, por solo citar un área.
Pues, son estos niños los mayores beneficiados
con el trabajo sistemático que promueve el ajedrez dentro del aula de clases,
permitiendo el avance significativo de sus habilidades cognitivas y socio-afectivas.
Al divertirse jugando,
la creatividad y originalidad se ven enriquecidas.
Jugar al ajedrez nos obliga a estar constantemente resolviendo problemas,
cada jugada es un problema en concreto,
cada solución nos hace más inteligentes.
Está demostrado que jugar al ajedrez hace crecer las dendritas,
desarrolla y mejora nuestras conexiones interneuronales,
al igual que está demostrado que correr y practicar deportes mejora nuestra capacidad física.
¿Cómo podemos llevar el ajedrez a las aulas de clases?
¿Cómo podemos beneficiar cada día más a miles de niños en nuestro país?
Sabemos que la educación venezolana esta urgida de nuevas iniciativas.
El ajedrez es antiquísimo,
los primeros intentos de inclusión en las aulas de nuestro país llevan varias décadas,
pero todas estas iniciativas son particulares;
el porcentaje de escuelas que llevan a buen término la inclusión del ajedrez en sus aulas mediante la resolución 33 es insignificante.
En la actualidad la Academia Nacional de Ajedrez lucha por sembrar el ajedrez en el mayor número de escuelas y así beneficiar al mayor número de niños y jóvenes.
Es por esta razón y, para finalizar esta entrega,
que es nuestra responsabilidad dar a conocer las ventajas de la práctica del ajedrez en las escuelas.
Ya lo decía
Mijail Botvinnik, sexto campeón mundial de ajedrez y reconocido ingeniero:
“El ajedrez no es una pizca inferior al violín y tenemos un gran número de violinistas”.
Sembremos el ajedrez en las escuelas para poder recoger un mejor futuro para nuestro país.
*Profesor de ajedrez
http://www.el-nacional.com/opinion/ajedrez-escuelas_0_504549672.html
“El ajedrez es uno de los medios que tenemos para salvar la cultura…”.
Fácilmente se pudiera cambiar la última palabra y decir que el ajedrez es uno de los medios que tenemos para salvar la educación,
para lanzarles un salvavidas a nuestras escuelas y darle una finalidad, un objetivo propuesto,
para validar su sentido
como nos afirma el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa.
Ahora bien, en el transcurso de 16 años de ejercicio profesional en el ajedrez,
he interactuado con miles de niños que se han involucrado con esta disciplina.
Puesto que han conseguido sin darse cuenta una gran estimulación epistemológica que fomenta y desarrolla sus habilidades cognitivas
y genera en ellos un disfrute que solamente se puede obtener a través del juego.
Como entrenador deportivo,
al acompañar a los estudiantes-atletas
en competencias y entrenamientos
me he cerciorado de cómo el ajedrez se traduce en un desarrollo integral para aquellos que lo practican;
en especial en estos momentos donde los niños y jóvenes necesitan actividades que aporten beneficios en su área académica.
Así mismo, debo agregar que quien juega ajedrez, de manera dedicada y regular, se enriquece en lo social, cultural y afectivo.
Un gran número de investigaciones demuestran cómo el ajedrez y su práctica sistemática elevan el coeficiente intelectual,
aunque en lo personal prefiero hablar del incremento en las habilidades cognitivas;
todas ellas mejoran al jugar al ajedrez,
aumenta nuestra capacidad de centrar la atención,
progresa nuestra percepción
y el desarrollo de los procesos complejos del pensamiento,
como son:
la observación,
la representación,
el análisis,
la clasificación,
la evaluación,
entre otros,
se ven favorecidos con su enseñanza.
Mientras jugamos estamos en una continua toma de decisiones,
lo que convierte el ajedrez en un gimnasio de la mente que estimula el uso de ambos hemisferios cerebrales.
Siguiendo este orden de ideas,
se puede ver cómo el ajedrez ayuda a los más pequeños,
sobre todo aquellos aventajados que evolucionan rápidamente y con excelencia,
pero qué sucede con los menos favorecidos,
con aquellos que “sufren” en la escuela,
aquellos con problemas con las matemáticas, por solo citar un área.
Pues, son estos niños los mayores beneficiados
con el trabajo sistemático que promueve el ajedrez dentro del aula de clases,
permitiendo el avance significativo de sus habilidades cognitivas y socio-afectivas.
Al divertirse jugando,
la creatividad y originalidad se ven enriquecidas.
Jugar al ajedrez nos obliga a estar constantemente resolviendo problemas,
cada jugada es un problema en concreto,
cada solución nos hace más inteligentes.
Está demostrado que jugar al ajedrez hace crecer las dendritas,
desarrolla y mejora nuestras conexiones interneuronales,
al igual que está demostrado que correr y practicar deportes mejora nuestra capacidad física.
¿Cómo podemos llevar el ajedrez a las aulas de clases?
¿Cómo podemos beneficiar cada día más a miles de niños en nuestro país?
Sabemos que la educación venezolana esta urgida de nuevas iniciativas.
El ajedrez es antiquísimo,
los primeros intentos de inclusión en las aulas de nuestro país llevan varias décadas,
pero todas estas iniciativas son particulares;
el porcentaje de escuelas que llevan a buen término la inclusión del ajedrez en sus aulas mediante la resolución 33 es insignificante.
En la actualidad la Academia Nacional de Ajedrez lucha por sembrar el ajedrez en el mayor número de escuelas y así beneficiar al mayor número de niños y jóvenes.
Es por esta razón y, para finalizar esta entrega,
que es nuestra responsabilidad dar a conocer las ventajas de la práctica del ajedrez en las escuelas.
Ya lo decía
Mijail Botvinnik, sexto campeón mundial de ajedrez y reconocido ingeniero:
“El ajedrez no es una pizca inferior al violín y tenemos un gran número de violinistas”.
Sembremos el ajedrez en las escuelas para poder recoger un mejor futuro para nuestro país.
*Profesor de ajedrez
http://www.el-nacional.com/opinion/ajedrez-escuelas_0_504549672.html
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