Una historia de la vida real.
He tenido la oportunidad de conocer esta historia que alguien un día recibió como un regalo y me uno para ayudar en su difusión por su excelente mensaje...
Pues amigos quisiera compartir algo con todos,
lo he pensado un poco pero se que os servirá de alguna forma.
Un día unos amigos y yo mismo nos encontrábamos sentados en una cafetería,
cuando alguien muy mayor entro por la puerta y claro, estábamos de frente prácticamente a la misma
así que lo vimos entrar, algo tambaleante y cabeza baja, lo de mayor es porque la estimación que le eche fue de no menos de 80 o más años,
algo pidió en barra con voz susurrante y se sentó en la mesa contigua a la nuestra,
al poco de tiempo, algo sonó en el suelo y volvimos la mirada todos viendo como el anciano trataba de recoger algo,
yo era el mas próximo y me levante para ayudarlo, le pregunte y me señalo un lugar donde había una pluma estilo antigua y fue entonces cuando tras recogerla y entregársela me percate de que tenia un librito pequeño con notas y apuntes casi indescifrables para mi,
me dio las gracias y me toco la mano, creedme que me dio como un calambre leve, aparte raudo la mano y vi que levanto la cabeza sonriendo,
y fue cuando y jamas lo olvidare me dijo:
Arreglar la situación del mundo es muy complejo cuando el mundo no necesita ser arreglado,
me quede muy así mirándolo y entendí que nos había oído hablar sobre las ideas que teníamos,
pues fue ahí cuando yo le dije,
señor,
las cosas es cierto que no están bien verdad?
Le pregunte así algo irónico, y me dijo, no buen amigo,
las cosas son,
lo que no esta bien es lo que se hace con el mundo
que ahora queréis salvar sin necesidad alguna,
como comprenderéis
me quede nuevamente así
y antes de que pusiera decir nada,
siguió hablando,
para entonces ya casi medio bar estaba al pendiente.
No se me olvidara jamas, dijo:
Los actos son pactados en la esencia de la vida,
las acciones consecuencias de lo que se cree,
otras creencias han tomado el lugar como impostor de la verdad,
sembrando desazón, dolor, muerte, hedor y condena,
os juro por Dios que me quede mudo y no yo, el bar parecía un duelo,
pero ahí no acabo la cosa,
dijo tras dar un sorbo de su te:
Como usáis lo que habéis creado esta matando el sueño, la ilusión, el amor y el futuro,
que llegara con las semillas de la muerte
como bandera, pestilencias corroerán las carnes de los débiles, de los ancianos y de los niños, las generaciones futuras ya no serán seres humanos.
Le pregunte cuando ya pude reaccionar,
por qué decía eso,
y fue cuando me dijo
que los caminos habían sido borrados
y los extremos creados
para corromper,
preguntándole por esos extremos creados
y ya el silencio y el corro delante de él ya fue más que evidente,
dijo:
Quien vive en los extremos muere devorado por ellos,
quien vive observando a ambos lados se descubre a si mismo
cuando se alinea con uno y ve su horizonte como camino,
la verdad es subjetiva a los ojos
y objetiva en el sentir verdadero del yo único y real que quiere salir,
el ser humano autentico es un creador sembrador de sueños realizable
y en vez de eso
se ha convertido en un ególatra asesino de esas misma ideas que trata de construir,
el amo del humano ya no es la vida,
es su ambición y su miseria para con todos los demás.
Tras esta declaración,
ya el silencio se cortaba a cuchillo y solo termino diciendo,
no tengo dinero,
¿alguien podría pagarme el te?
Para tristeza posterior mía,
ni yo mismo dije nada,
se levanto y pidió perdón a la audiencia muda, sorda y miserable,
saco una moneda, pago y se retiro tambaleante hasta desparecer de la vista de todos.
Esta historia es real como que mi nombre es Antonio,
jamás la olvidare
y la daré a conocer por donde sea menester si me dejan.
Nadie me la ha pedido,
sin embargo yo os la he regalado
como nos fue regalada a todos ese día,
en ese bar y a esa hora.
Gracias...
Historia contada y vivida por
Antonio Jimenez
Pues amigos quisiera compartir algo con todos,
lo he pensado un poco pero se que os servirá de alguna forma.
Un día unos amigos y yo mismo nos encontrábamos sentados en una cafetería,
cuando alguien muy mayor entro por la puerta y claro, estábamos de frente prácticamente a la misma
así que lo vimos entrar, algo tambaleante y cabeza baja, lo de mayor es porque la estimación que le eche fue de no menos de 80 o más años,
algo pidió en barra con voz susurrante y se sentó en la mesa contigua a la nuestra,
al poco de tiempo, algo sonó en el suelo y volvimos la mirada todos viendo como el anciano trataba de recoger algo,
yo era el mas próximo y me levante para ayudarlo, le pregunte y me señalo un lugar donde había una pluma estilo antigua y fue entonces cuando tras recogerla y entregársela me percate de que tenia un librito pequeño con notas y apuntes casi indescifrables para mi,
me dio las gracias y me toco la mano, creedme que me dio como un calambre leve, aparte raudo la mano y vi que levanto la cabeza sonriendo,
y fue cuando y jamas lo olvidare me dijo:
Arreglar la situación del mundo es muy complejo cuando el mundo no necesita ser arreglado,
me quede muy así mirándolo y entendí que nos había oído hablar sobre las ideas que teníamos,
pues fue ahí cuando yo le dije,
señor,
las cosas es cierto que no están bien verdad?
Le pregunte así algo irónico, y me dijo, no buen amigo,
las cosas son,
lo que no esta bien es lo que se hace con el mundo
que ahora queréis salvar sin necesidad alguna,
como comprenderéis
me quede nuevamente así
y antes de que pusiera decir nada,
siguió hablando,
para entonces ya casi medio bar estaba al pendiente.
No se me olvidara jamas, dijo:
Los actos son pactados en la esencia de la vida,
las acciones consecuencias de lo que se cree,
otras creencias han tomado el lugar como impostor de la verdad,
sembrando desazón, dolor, muerte, hedor y condena,
os juro por Dios que me quede mudo y no yo, el bar parecía un duelo,
pero ahí no acabo la cosa,
dijo tras dar un sorbo de su te:
Como usáis lo que habéis creado esta matando el sueño, la ilusión, el amor y el futuro,
que llegara con las semillas de la muerte
como bandera, pestilencias corroerán las carnes de los débiles, de los ancianos y de los niños, las generaciones futuras ya no serán seres humanos.
Le pregunte cuando ya pude reaccionar,
por qué decía eso,
y fue cuando me dijo
que los caminos habían sido borrados
y los extremos creados
para corromper,
preguntándole por esos extremos creados
y ya el silencio y el corro delante de él ya fue más que evidente,
dijo:
Quien vive en los extremos muere devorado por ellos,
quien vive observando a ambos lados se descubre a si mismo
cuando se alinea con uno y ve su horizonte como camino,
la verdad es subjetiva a los ojos
y objetiva en el sentir verdadero del yo único y real que quiere salir,
el ser humano autentico es un creador sembrador de sueños realizable
y en vez de eso
se ha convertido en un ególatra asesino de esas misma ideas que trata de construir,
el amo del humano ya no es la vida,
es su ambición y su miseria para con todos los demás.
Tras esta declaración,
ya el silencio se cortaba a cuchillo y solo termino diciendo,
no tengo dinero,
¿alguien podría pagarme el te?
Para tristeza posterior mía,
ni yo mismo dije nada,
se levanto y pidió perdón a la audiencia muda, sorda y miserable,
saco una moneda, pago y se retiro tambaleante hasta desparecer de la vista de todos.
Esta historia es real como que mi nombre es Antonio,
jamás la olvidare
y la daré a conocer por donde sea menester si me dejan.
Nadie me la ha pedido,
sin embargo yo os la he regalado
como nos fue regalada a todos ese día,
en ese bar y a esa hora.
Gracias...
Historia contada y vivida por
Antonio Jimenez
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