LA CASTA MUTANTE DE NUESTRA SOCIEDAD
Por Máximo E. Calderón – 20 12 2013
No es el Gobierno el que está mal, es la Sociedad toda.
Mientras unos dicen que habría que salir a matar a todos los delincuentes
y borrar las Villas de emergencia de un solo plumazo,
otros dicen que no hay que ser racistas y criminalizar la pobreza.
La primera postura es criminal, la segunda es ingenua y estúpida.
Ya no se trata de una lucha de clases,
ni de ricos contra pobres,
o pobres contra clase media.
Hay una nueva clase social,
nacida de la podredumbre de la Sociedad,
de toda la basura que siempre ocultamos bajo la alfombra,
de la cual todos tenemos una parte de responsabilidad.
Es una casta mutante de la Sociedad,
una neoplasia tumoral, un cáncer que no podrá ser detenido.
Es una casta con rasgos psicopáticos, animalizada, cuasi salvaje,
en que sus miembros pueden ser pobres, y van a matar a otros pobres por un par de zapatillas.
Ya no se trata de resentimiento ni de opresión.
Esta nueva casta psicopática se ríe de sus defensores,
de quienes los justifican por la desigualdad que sufren,
y si tuvieran que meterle una bala en la cabeza a esos defensores, lo harían sin dudar.
Si uno de ellos es herido en un enfrentamiento de bandas,
la propia familia del herido va a apedrear y destruir la ambulancia que vino a ayudar.
Son seres que no razonan, solo reaccionan.
Si esas personas llegan a lograr un buen pasar económico,
no cambiarán su mentalidad.
Ya no se trata de resentimiento u odio contra el que posee lo que ellos no pueden tener,
no hay odio en ellos;
solo hay cosificación de las otras personas,
y como ya se sabe,
a las cosas no se las ama ni se las respeta.
Solo se las usa y se las descarta.
Y este problema no se soluciona con libros, y mucho menos con alpargatas.
* * *
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NOTA SOCIAL II
EL DERECHO DE CADA UNO
Por Antonio Las Heras - 9 de enero de 2014
"El derecho de cada uno termina donde empieza el de los demás."
Estoy seguro que eso me lo enseñaron tanto en la escuela primaria, como en el colegio secundario y en la universidad.
Por lo tanto,
me parece adecuado señalar que no puedo estar de acuerdo con quienes, por el motivo que fuere,
cortan calles, avenidas y autopistas perjudicando a cientos y miles de personas
que nada tenemos que ver con aquello que piden
ni tampoco podemos hacer algo para solucionarlo.
Tengo muy en claro que estas conductas sólo hacen que el pueblo perjudique al pueblo.
Mientras los verdaderos causantes no son afectados ni un ápice.
Ejemplo concreto: Si hay que quejarse por falta de suministro eléctrico
en lugar de cortar la calle y perjudicar a los vecinos,
el sentido común indica que habría que ir a manifestar:
a.-) Al edificio de la empresa que no está cumpliendo su obligación;
b.-) A los edificios donde tienen sus despachos los gobernantes
y c.-) (Para el caso que se conociera) Ante el domicilio donde viven los dueños de la empresa. Pero que sean miembros del mismo pueblo quienes perjudiquen al pueblo, eso no se puede admitir.
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