Por Pablo Piñero
Los problemas son nuestros ayudantes. Los problemas nos brindan oportunidades. Nos ayudan a crecer, a lidiar y a hacer cosas mejores, tanto en tu organización como en tu vida. Dentro de cada problema se esconde una valiosa oportunidad para mejorar. Los desafíos no son más que la ocasión para hacer las cosas mejor. Evitarlos equivale a evitar el crecimiento y el proceso. Resistirse a ellos supone rechazar la grandeza. Aprovecha y exprime lo mejor de los desafíos que se planteen. Y comprende que las únicas personas que no tienen problemas son las que están muertas.
Un cliente insatisfecho que te grita en la cara puede parecer un problema. Pero para una persona que piensa como un líder, la situación es también una estupenda oportunidad para mejorar las tareas de la organización y evitar que vuelva a pasar la retroalimentación recibida para mejorar el producto y los servicios. Al final, el problema habrá servido para mejorar la organización, llámese Federación, llámese Asociación, llámese equipo.
Un conflicto interpersonal en el trabajo puede parecer un problema. Pero si pensamos como líderes y utilizamos la circunstancia para mejorar el entendimiento, favorecer la comunicación y enriquecer las relaciones, ese problema nos habrá resultado útil.
Una enfermedad, un divorcio o una perdida de un ser querido puede parecer un problema. Sin duda es doloroso, pero las experiencias más dolorosas son las que más me han formado. Me han dado conciencia de mi mismo. Me han hecho el hombre que soy. No las cambiaría por nada en el mundo.
“Los problemas ponen de manifiesto el talento”.
Las organizaciones mas avanzadas ven los problemas como oportunidades de mejora. Aprovéchalos y aprende de ellos. Las personas evolucionadas de este mundo convierten sus heridas en sabidurías. Utilizan sus fracasos como palancas para saltar al éxito. No ven problemas, ven posibilidades. Y eso es lo que las hace grandes. Recuerda:
“Una equivocación solo es una equivocación cuando la cometes dos veces.”
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