un niño de 9 años y tercer grado , me queria ganar en ajedrez.

En mis clases de ajedrez, jugaba con un niño de 9 años. yo le enseñaba bien los movimientos lo corregia, mientras jugabamos. pro de tanto corregirlo y decirle la smejores, el niño en su inocencia, pensaba que era bueno, tan bueno que podia ganarme. e incluso le decia a las niñas todo oprgulloso de que podia ganarle a su profesor de que era mejor.


en una de tantas clases, opte por jugarle en serio un poco mas fuerte y le decia en donde se habia equivocado. el niño me preguntaba , que si era verdad que en segundo grado el me habia vencido, y tuve que decirle que todo era una clase , que solo le enseñaba a jugar el ajedrez. el niño s esintio defraudado, lloro mucho, porque me dijo que le habia mentido. que yo le habia hecho creer que era mejor que yo, y era mentira, que la mentira duele. y mas si viene de su profesor.

me dio muy duro, esas palabras del niño de 9 años, le dije , que tambie lo ayudaba a aprender y a ganar para que las niñas de su grado, se sintieran satisfechas con el , contentas e incluso celebraran con el. pero el mismo decia, que le diria a las niñas que el no habia ganado, que era un perdedor , y que todo era mentira, que yo le habia mentido, a el y a las niñas de su salon.

luego yo mismo, todo agobiado y apurado por tal complicada situacion, me acorde, que tenia algunos diplomas de mi carrera ajedrecistica en mi maletin. se los enseñe, le demostre que tenia mucho tiempo en el ajedrez, que era uno de los mejores de mi ciudad y estado, que no era un cualquiera y que era un honor el jugar conmigo no importara ganar o perder.

el niño llorando veia mi curriculum, incluso se tropezo en la boca con mi estuche , del titulo universitario, de sociologo y se rompio la boquita un poco, le salio sangre, un rotico. me dolio eso mucho tambien. me tuvo sufriendo bastante tiempo, sus lagrimas , su decepcion por mi ante la supuesta mentira. al final me entendio que no estabamos compitiendo que era una clase.

paro de llorar y tranquilizo su corazon, al tranquilizarse su corazon, tambien se tranquilizo el mio, y respire aliviado, mi alumno y yo. finalmente hicimos las paces.


dios los bendiga a todos.