el protagonista de este cuento se parece tanto a mi, no se porque....jejeje.la obsesion de jugar ajedrez por internet. aqui lo tienen.

Dominic es un jugador de ajedrez aficionado, pero se lo toma muy en serio, como todo un profesional, la otra tarde me contaba que le apasiona jugar por el internet; y le dedica largas horas, para conocer y enfrentarse a rivales de distintos niveles y diferentes partes del mundo, panamá, puerto rico, Colombia, Uruguay, Argentina, España, Rusia y Venezuela .

Me conto que conecta todos los días y juega alrededor de 14 y 15 horas del día, las horas se van volando, tanto así que en una oportunidad duro 3 dias enteros sin descansar, solo jugaba.

Perdió el apetito, el hambre se le transformo en hambre por el juego.
Después de tantas horas de juego, el aficionado hace el intento de descansar, y a la hora de dormir, de cerrar los ojos es allí cuando comienza a pagar el precio.

Comienza a padecer, a sentir como si tuviese la cabeza atrapada en una bota o encerrada en una bolsa llena de agua donde hay peces que giran a su alrededor, sintiendo como si los ojos se le brotaran, comenzando a salírseles de la cara, haciéndose cada vez mas grandes, como dos globos los cuales están llenándose de aire hasta reventar o estallar, el dolor es cada vez mas fuerte y reposa su cabeza en la almohada y empieza a sufrir la succión del liquido de su cerebro.

Nuevamente hace el intento de dormir, aprieta la almohada contra su cabeza, cierra los ojos y los siente espesos, pesados y aparecen los escaques con sus piezas, analizando variante tras variante,¡ y si es derrotado! Comienza a girar en su cabeza la búsqueda de la variante con la que debió ganar, el error ese error lo calcina, no se perdona cometer un error, y por mas que lo intenta su cerebro no puede dejar de trabajar, como una rueda que no puede dejar de girar, como una maquina que ha perdido el control, ni el mismo puede conseguir que su mente deje de calcular variante tras variante, dando vueltas en la cama de un lado a otro, sin conciliar el sueño.

Se levanta de la cama a oscuras aun y se dice a si mismo para sus adentros como para justificar su locura quizás… “Los genios no descansan mucho menos los maestros” y vuelve a conectar…


moraleja : ¿Cuál eres tu?

"El ignorante grita, el inteligente opina y el sabio calla"