Saturday, April 28, 2007

la television

LA TELEVISIÓN
por Raúl Caballero.

Si bien no es lo mismo que dos personas se insulten faltando en su ética que dos personas se asesinen entre sí haciendo caso de su rol del ego que les impulsa a hacerlo, tampoco es lo mismo que esas dos personas que se insulten se encuentren en un plató de televisión en público, en directo y de forma totalmente real que ver a esas dos que se asesinaban sabiendo que esto último es totalmente ficticio.

Obviamente que la persona con un mínimo de amplitud de criterio y de sentido común no va a ver bien ninguna de las dos escenas siempre y cuando esas dos se traten de escenas totalmente reales y aberradas. No olvidemos que, a pesar de que la televisión puede ser un invento moderno y denominado como "civilizado" puede ayudar a entretenernos, también puede ser una fuente creadora de engramas y preconceptos terribles que provoquen aberraciones al ser encarnado susceptible al entorno que lo rodea.
Porque tan aberrante es ver como dos personas supuestamente "civilizadas" se insultan, como ver un espectáculo sangriento entre gladiadores como se practicaba anteriormente en la época romana (evidentemente cada situación a su escala).

Es terrible ver como una sociedad que se jacta de "civilizada" permite tales hechos tan atroces sin hacer nada para impedirlo, sino justo al contrario, apoyándolos hasta el final. Aquí podemos encontrar desde espectáculos terribles en una corrida de toros, como dos personas insultándose en público en un programa del corazón como vendiendo las desgracias ajenas de estos seres que han de aprender determinados karmas.

Obviamente que el ser que los está viendo para “divertirse” y sin hacer nada se genera karmas, y obviamente también que las personas que, tanto las que permiten que eso sea posible como las que colaboran se generen karmas constantes que más tarde tendrán que aprender con determinadas asignaturas pendientes.

Así pues tan aberrados están los seres que lo ven con indiferencia como los realizadores de tal aberración.

Por otra parte obviamente que tales fenómenos son aberrantes comparados con cualquier película de acción similar en la que la violencia es el punto clave, pues esta última sabemos que es fiel ficción, aunque la violencia no por ser ficticia se justifica.



Si bien la televisión es un medio de difusión informativa muy importante y uno de los inventos para supuestos usos “civilizados” (entre comillas porque en muchas ocasiones ya lo dudo) y puede servir tanto para entretenimiento como para aprender conocimientos o recibir determinada enseñanza o información, también puede ser un arma de doble filo; depende mucho de aquel que utiliza la televisión.

Si bien cualquier persona con un mínimo de sentido común y de amplitud de criterio vería que es obvio que no es lo mismo un programa abierto en el cual dos panelistas discuten en público, que ver una película de acción o determinadas series de animación japonesa, por poner dos ejemplos claros, en las cuales hay violencia de por medio; puesto que sabemos que esto último es pura ficción. Cualquier persona con un mínimo de sentido común se daría cuenta que no es lo mismo un hecho totalmente real y aberrado que un hecho que sabemos que se trata de ficción.

Lógicamente la persona que crea determinados conflictos en situaciones en determinados programas, ya sea un reality show o cualquier programa de corazón, se está generando karma.

Y ahora analicemos desde el punto de generarse karmas o provocar engramas. Se generan karmas aquellos que crean un programa que sirve aparentemente para “ayudar”, pero la única cosa que están haciendo es provocar más engramas en aquellas personas que lo ven o asisten entre el mismo público. Entonces las personas que están realizando ese tipo de programas no lo están haciendo, en general, por ayudar; lo están haciendo únicamente por ganar dinero puesto que son programas que aumentan audiencia y es lo que les conviene. Es como que ese dinero no lo están utilizando para otros fines más positivos, digamos para ayudar a personas, tal vez las mismas, aunque el uso positivo de una ganancia tampoco justificaría el medio por el que se ha obtenido dicha ganancia.

Ahora sigamos analizando por el punto de aquellos que siguen el programa incondicionalmente. Esas personas que lo siguen están actuando aberradamente, y en muchos casos esa aberración está provocada por engramas. En muchas otras situaciones esas personas simplemente son egoicas, sólo buscan su propio bienestar a costa del sufrimiento de otros. Porque se han visto ejemplos de personas que asisten a determinados programas y son engañados, en algunos casos, creyendo que se les solucionará tal o cual problema por ir y no es así, puesto que para lo único que sirve es para incrementar las ganancias y provocar engramas. Porque las personas que están en contacto durante el programa con la persona “engañada”, porque es así en casi todos los casos, le están provocando engramas a esa persona, y eso es terrible.

En algunos casos esas personas van engañadas, en otros casos van únicamente por ganar notoriedad, por ganar fama, por ganar piedad y es como que esperan que otras personas les apoyen en determinada situación únicamente porque ellos están mal y... no, lo único que están haciendo es aumentar su rol de víctima, que no deja de ser uno de los roles del ego, que se creen que todo les pasa a ellos y se olvidan del sufrimiento ajeno. Sólo se preocupan de ellos mismos y entonces hay quienes viven a costa o se muestran indiferentes del sufrimiento de esas personas.

Y todavía queda el punto que analizar de aquellos que ven el programa desde fuera, desde sus televisores, que se están aprovechando para su propia “felicidad”, de estas personas que asisten allí con sus problemas y buscan solucionarlos. Las personas que lo ven desde fuera están haciéndolo mayormente por una simple cuestión de no pensar en sus propias vidas, quizás mirando los problemas de otros sin preocuparse de arreglar los suyos, aunque en muchos casos solamente se divierten del sufrimiento de otras personas. Es terrible ver eso... es un hecho terrible...

Tanto las personas que hacen posible ese tipo de programas, ya sea directa o indirectamente, como aquellas personas que se presentan al propio programa, ya sea engañadas o ya sea a voluntad y conciencia propia sólo para ganar notoriedad y fama, todas esas partes se están generando engramas, se están generando karmas. Solamente el dinero recaudado durante UN único minuto de anuncios ya podría servir para ayudar a todas esas personas que van al programa y ayudar a muchas otras. Si de verdad quisieran ayudar a la gente buscarían formas de hacerlo que produjesen mejores resultados. No estoy invalidando ningún programa, siempre y cuando no esté provocando daño a terceras personas y no provoque actos hostiles contra terceras personas.
Ese es un problema grave, puesto que si se empleara ese dinero para mejores causas se solucionaría todo mucho mejor. Entonces no apoyo ningún programa donde se provoque daño a terceras personas, no lo apoyo para nada; soy enemigo de esos programas.

A parte que todas esas personas se generan karmas, también añado los otros programas tipo reality show, donde ahí toda la gente únicamente va por dinero y las personas disputan y se pelean en público, dando un MAL ejemplo a la sociedad, sin dar un ejemplo de amor; no apoyo para nada ese tipo de programas. Causa MUCHO daño a la sociedad ver como dos personas, ya sea en un programa del corazón o en cualquier reality show, se pelean en público por no escuchar los argumentos de la otra persona, por no intentar comprenderse, por no entenderse. No intentan escuchar a la otra persona sino que solamente se pelean para conseguir su bien, se pelean por ser servidos y no por servir a las otras personas. Siempre quieren tener la razón ellos, son dueños de SU verdad y no deja de ser un hecho tremendamente egoico, tanto para ellos como para las personas que lo siguen. Son hechos terribles y totalmente aberrados provocados por la mente reactiva de la persona; hechos aberrados provocados por engramas en muchos de los casos, como en el caso de aquella persona que asiste o ve una corrida de toros, donde no se respeta al animal, un ser semejante y un espíritu al igual que nosotros.

Y para finalizar, un breve resumen, un breve repaso. El auténtico culpable de estos hechos tan abominables y aberrados es la propia mente reactiva de las personas que lo ven y de las que los impulsan a hacerlo. Si la televisión puede servir para aprender y para entretenerse también puede servir para provocar y difundir un mal ejemplo entre la sociedad, puesto que no deja de ser un medio de difusión de conocimiento muy importante y muy de moda y muy seguido por la gente.

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